lunes, 31 de octubre de 2011

Ese chico de Bari



La frase "ya he escrito más libros de los que he leído" pronunciada por Antonio Cassano (Bari, 12 de julio de 1982) cuando presentó su segunda publicación resume bien a las claras ante qué clase de personaje nos encontramos, uno de esos chicos a los que su talento para jugar al fútbol libró de una vida no demasiado bien encaminada.

Pero seamos claros, "Talentino" no es que haya aprovechado todas las oportunidades que le han dado en la vida. A pesar de su alocada personalidad, desde muy joven su enorme talento le ha permitido ser uno de esos futbolistas seguidos por los focos. Con 19 años fichó por la Roma por 30 millones de euros, una cifra récord para un jugador de su edad. Después de unos años de éxito en la capital romana, controlado por la dura mano de Fabio Capello, nuestro querido Antonio volvió a las andadas. Sin Capello, Cassano entró en una espiral de la que tardó varios años en salir. Expulsado de la Roma y del Real Madrid, donde protagonizó casi todos los escándalos que menciona en sus libros, tuvo que ser la Sampdoria el lugar en el que el de Bari recuperara su nivel. El Milán fue el primer grande en darle la oportunidad de volver a la élite y allí se proclamó campeón de Italia.

Pero Antonio Cassano es mucho más que los clubs en los que ha jugado. Es una de esas personas incapaces de pasar desapercibidas. Es un hombre que nunca ha abandonado a ese niño de barrio malcriado. Es la variable que equilibra la ecuación, en contrapuesta con todos los futbolistas que repiten respuestas estándar en las ruedas de prensa. Aquel al que no le tiembla la voz para decir que su entrenador es "más falso que el dinero del Monopoly". El mundo necesita de gente como él, porque sino la monotonía se apoderaría de todos nosotros.

Un talento descomunal que pudo haberlo convertido en toda una leyenda si su carrera no estuviera unida a una terrible falta de profesionalidad. Una prueba: en el año 2007, cuando el Real Madrid estaba por disputar un partido frente a la Juventus, un periodista de La Gazzetta dello Sport le preguntó a Raúl González por el mayor talento con el que había compartido vestuario. Raúl fue claro "Antonio Cassano".

A pesar de no haber mostrado al mundo todo su potencial, Cassano es un futbolista que siempre ha sabido arrancarme una sonrisa. En el día de hoy está ingresado en un hospital con graves problemas neurológicos. La noticia me ha puesto muy triste, pues "Talentino" es muy querido para mí.

Pero estoy seguro de que se recuperará y que seguirá mostrándonos toda su clase.

¿Por qué esperar menos de alguien que le marcó este gol al Inter con 18 años en su segundo partido en la Serie A?

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